Este padecimiento puede aparecer gradual o bruscamente. El dolor se presenta en la muñeca pero puede irradiarse hacia el antebrazo. Normalmente el dolor empeora con el uso de la mano y el pulgar, especialmente al tomar objetos con fuerza o al girar la muñeca.
Es posible evidenciar inflamación o puede haber un quiste en esta zona, así mismo puede ocurrir que el pulgar se trabe. Debido al dolor e inflamación, durante actividades como hacer una pinza, puede haber dificultad en mover el pulgar y la muñeca. La irritación del nervio que está encima de la vaina tendinosa, puede causar adormecimiento en la parte de atrás del dedo pulgar e índice.
El diagnostico es clínico, no requiere de ningún estudio de imagen o gabinete. Existe una prueba comúnmente positiva para este padecimiento en la que el paciente debe cerrar su mano haciendo un puño con los dedos sobre el pulgar y la muñeca es desviada en dirección al dedo meñique.
El objetivo del tratamiento es aliviar el dolor. De acuerdo al tiempo de evolución y la severidad de los síntomas el tratamiento puede comenzar con reposo de la actividad del pulgar y la muñeca usando una férula, medicamentos antiinflamatorios vía oral o inyectados en la zona donde se origina el problema. Incluso no realizar las actividades que causan dolor e inflamación, puede aliviar la sintomatología.
Cuando los síntomas son severos o no mejoran, la cirugía puede estar recomendada. Esta consiste en abrir el compartimiento para generar más espacio a los tendones irritados.
La actividad normal de la mano puede iniciarse pasadas las molestias de la cirugía y se recupere la fuerza.